viernes, 14 de junio de 2019

CABALLOS, LLANO Y LLANEROS


Caballo Salvaje Hato La Charanga
en  Orocué, Casanare.
Hablar de llano adentro es hablar de caballos. Igualmente hablar de criollos pata´l suelo es imposible hacerlo sin mencionar a los caballos. El caballo en esta región plana y eterna es un personaje fundamental, no solo para penetrar lo más profundo de sus sabanas sobre sus lomos, sino porque en esta región aún existen hatajos de caballos salvajes.

Un hatajo es un grupo de caballos dominados por un macho alfa, donde sus yeguas, que pueden ser muchas, por lo general van acompañadas de sus potros. Cuando estos potros llegan a su edad adulta buscan formar sus propios hatajos con otras yeguas, llenando así las sabanas de nuevos caballos salvajes.

Cuando digo que son salvajes es porque andan libres por la llanura y nadie nunca los ha montado. Esto es algo imposible de creer para una guata cachaca como yo, que solo había visto caballos maltratados y remolcando zorras llenas de basura por las calles de Bogotá, o que relacionaba el mundo de los caballos (sobre todo los de paso fino) con traquetos o narcotraficantes.


Hatajo de caballos salvajes en la RNSC Hato La Aurora, Hato Corozal - Casanare

La vida en Casanare me cambio esa percepción. Pude ver en esas sabanas abiertas hatajos de más de 50 caballos, caballos libres y felices que son parte del paisaje y parte de la cultura. Cuando un llanero doma su caballo lo hace parte de su familia y parte de él mismo. Aquí el caballo, el llano y el llanero son uno solo, como lo explican múltiples canciones del folclor de esta tierra. “se clava en el anca de mi castaño oscuro, que no es mi compañero, porque él y yo somos uno solo…como el llano…solo”.1

Hatajo de caballos salvajes en RNSC Hato
La Aurora, Hato Corozal - Casanare
Ver estos hatajos de caballos es un espectáculo natural que en Latinoamérica solo se puede ver en las pampas argentinas y en los llanos orientales de Colombia y Venezuela. Los hay castaños, zainos, rucios moros o rucios blancos, canelos, paraulatos, coloraos o alazanos; ruanos, apalusa, cebrunos y rosillos. Aunque podría quedarme hablando de sus múltiples colores creo que no existe forma tan majestuosa como la del Cachi Ortegón en su poema recitado por el Cholo Valderrama “si un niño ciego tiene un caballo” (https://www.youtube.com/watch?v=fZVwGo52NTE)

La muerte de un compañero equino para un llanero es la pérdida de parte de su alma. Así lo expresa Reinaldo Armas al cantar un lamento de profunda tristeza por la pérdida de su Rucio Moro2 Sin embargo, no solo fueron las letras de estas canciones como conocí el dolor por la muerte de un caballo compañero, sino que la compartí con Seudiel Walteros “El Llanerazo” cuando su caballo Bola e´queso apareció muerto en la sabana por la mordedura de una serpiente venenosa.

Ver a un hombre tan fuerte llorar y derrumbarse por la partida de su amigo, me permitió entender esa conexión tan maravillosa que existe entre el caballo y el llanero.

Foto 1: El Loco hijo de don Isidro. Foto 2: Seudiel Walteros "El llanerazo", Foto 3: Don Isidro, hermano de Seudiel Llanerazo de llanerazos. Todos 3 a lomo de su mejor amigo equino.
Tal vez es por eso que le cantan, le escriben y lo honran “Caballo tu eres mi vida, eres mi patria, mi ensueño, sin ti no habría poetas, ni existirían los llaneros”3, muchos le temen al día en que en el llano ya no se monten caballos “Que no se muera la raza, primo, de los hombres de a caballo o que muera yo primero pa´no tener que llorarlos”4

He comprendido que los criollos  sienten un profundo respeto hacia ellos ya que entienden que en sus lomos se forjó la historia de la tierra plana “Caballo al hablar de ti he de quitarme el sombrero, respetar tu linaje no importa el color del pelo,  solo me importa que seas tesoro que desde el cielo nos mandó Dios pa´ poder decir que somos llaneros”.5  

También cantan con angustia al día que por llegar a viejos no puedan volver a hacer lo que hacían con sus caballos “como será mi tristeza si yo logro llegá  anciano, cuando mis manos no puedan limpiarle el lomo a un  caballo, acomodarle una silla, tampoco sacudí un fardo, quizá ni ponerle el freno ni mucho menos montarlo, ese es el peor castigo que me podrán dar los años”6.

Para mi sorpresa con los caballos hasta calculan la edad de los llaneros “Si un gallo dura tres años, y tres gallos dura un perro, tres perros dura un caballo, según las cuentas que llevo, un hombre recio pal llano dura tres caballos buenos7

La Guata del Pauto en uno de sus caballos de travesía por
la RNSC Rancho Paravare en Orocué, Casanare.
Esta Guata enamorada también disfrutó y conoció parte del llano de a caballo. Con miedo y profundo respeto monté en sus lomos y canté sobre ellos, mientras me perdía en las pasturas nativas de la sabana inundable. Muchas veces vi pasar esos hatajos enormes de caballos salvajes, que paraban a chismosear quienes éramos y con sigilo corrían libres hacia la llanura. Hoy comparto su grandeza, sus canciones y su libertad, que en últimas son su gran riqueza y la mía para contar mi experiencia.

Próxima entrada: De a caballo hasta el Hato Santana


11. Canción: Caballo del Cholo Valderrama (https://www.youtube.com/watch?v=BdhUF3xpEAw)
22. Canción: La muerte del rucio moro de Reinaldo Armas.
33. Canción: Caballo del Cholo Valderrama (https://www.youtube.com/watch?v=BdhUF3xpEAw)
44. Canción: Patrón véndame el caballo del Cholo Valderrama
55. Canción: Caballo del Cholo Valderrama (https://www.youtube.com/watch?v=BdhUF3xpEAw)
66. Canción: Mi tristeza del Cholo Valderrama
77. Canción: Mi caballo y yo del Cholo Valderrama



Caballo Salvaje en las sabanas de las RNSC Altagracia en Trinidad Casanare.


       Hatajo de caballos en la RNSC El Encanto de Guanapalo, San Luis de Palenque - Casanare

 Por. Lucía Córdoba Prieto
Fotos y videos: Lucía Córdoba Prieto
Edición: Natalia Roa López








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