domingo, 19 de mayo de 2019

EL PAUTO


Llanero pata al suelo.

El Mítico río Pauto nace en la montaña, en el Cerro de Romeral en Socotá (Boyacá), un río que nace en el Páramo y desemboca en el río Meta y con este en el Orinoco, un río que conoce la geografía de la Orinoquía.

En Casanare es el límite natural entre los municipios de San Luis de palenque y Trinidad, también lo es de San Luis de Palenque y Pore, 3 municipios cargados de historia de guerreros y libertadores; El Pauto es un río muy importante no solo por ser el sustento hídrico de dichas poblaciones, sino porque sus aguas cargan la historia y la magia de la cultura llanera, los criollos le escriben, le cantan y le hacen poesías, “llanero si soy llanero de las sabanas del Pauto”, canta el Cholo Valderrama.

Biodiversidad en las sabanas inundables.

El Cholo también le canta en “mi verso criollo pauteño”, Daniel Gualdrón tiene canciones como “Pauto”, “Pauteño que se respete” y “Soy del pauto”, Walter Silva un poco más romántico canta “Cuando las aguas del pauto corran de abajo pa´rriba, ese día voy a olvidarte amor sin que me lo pidas” en su canción cuando llueva de pa´rriba.

Las letras de esas canciones describen a un llanero curtido y hecho de llano como diría el Cachi Ortegón, un llanero bien criollito nacido en las costas del Pauto, o en las del Cravo, del Ariporo, del Cusiana o del Yatea; ese hombre pata al suelo que vive y respira llano, ese llano de chigüiros, venados, babillas, marranos mañosos y aves de colores; ese llano de esteros y espejos de agua; ese llano que es dinámico y se transforma en médanos, en surales y en saladillales; ese llano lleno de peligros y bestias salvajes como lo describen los mismos criollos, con anacondas, caimanes, liones y tigres; ese llano de sabanas eternas, de caballos salvajes y ganado mañoso; ese llano de pastizales de diferentes colores, formas, tamaños, olores y texturas, ese llano donde se vive la llaneridad.

Pies descalzos de Seudiel Walteros.

Una cultura arraigada en hombres y mujeres que han compartido sus sabanas inundables con todo ser vivo,  que aún piensan que ir a trabajo de llano enbotao (Con botas) es mala presentación o cosa de guates, llaneros y llaneras que les enseñaron a montar de a caballo descalzos para evitar enredarse y malograrse cuando se les barajustara la bestia, ese llanero que capa al marrano serrero para la marisca y lo suelta a la sabana con la certeza de que otro llanero lo disfrutará, ese criollo que escoge su caballo de un hatajo sabanero, lo doma y genera una relación de hermandad tan fuerte que dura hasta la muerte.

Seudiel Walteros tocando el cuatro.
Fue preciso en la costa del Pauto que conocí a ese llanerazo, a Seudiel Walteros o seco como le dicen sus conocidos. Seus como le digo yo, ganó en dos oportunidades un concurso televisivo tipo reality criollo llamado “EL GRAN LLANERAZO”,  la serie promovía las actividades que hacen parte de la vida cotidiana en el llano, premiando a aquel llanero que cumpliera con todos los conocimientos y destrezas de un hombre criado y formado para el trabajo en sabana abierta, un hombre que dominara actividades como sacar anacondas de esteros, controlar caimanes en los pasos de río para que no se tragaran a los becerros, domar caballos salvajes, pasar lotes de ganado por ríos caudalosos, hacer artículos en cuero, conocer de historia, cantar, tocar algún instrumento, bailar joropo y medírsele a lo que fuera, características que definen a un llanero faculto.

Rancho Museo el Llanerazo.
Con esta descripción previa, conocer a Seudiel para mí era todo un honor y allí estaba, esperando en el malecón del río Pauto en San Luis de Palenque; un hombre delgado de porte fuerte, de mediana estatura, piel canela, pies descalzos, pantalón arremangado, en la cintura su cuchillo con forro de cuero, camisa de cuadros ya trajinada, sombrero de ala caída; todo un caballero al hablar, de tono bajo, mirada humilde que transmite honestidad y una sonrisa pícara que encanta al escucharlo hablar.

Fui a conocer su rancho en las sabanas de San Luis de Palenque sobre la costa del río Pauto, en esa costa Seudiel y su familia habían encontrado unos vestigios arqueológicos que al parecer hacen parte de la historia de la cultura Achagua, una cultura de la que Seudiel es descendiente. Con esos hallazgos a Seco se le ocurrió la idea de iniciar un proyecto que le permitiera de alguna manera promover que su cultura, su historia y sus tradiciones las conociera el mundo entero para que su legado permanezca en el tiempo, así que decidió hacer dos ranchos de palma y los adecuó como museo, en uno de ellos se encuentra la demostración de lo arqueológico y en la otra la exposición de las herramientas y artículos que se usaban antiguamente en el llano; además de esto, los turistas que van pueden ver al llanerazo cruzando el río Pauto con su caballo, una de las escenas más impactantes y espectaculares que quedarán en mis recuerdos de por vida.
Su proyecto se llama el Rancho Museo El Llanerazo, lo ha creado con sus propias manos y las de su familia, con el rancho ha comenzado su emprendimiento familiar en turismo cultural, Seudiel el llanerazo del Pauto, no solo maneja el rancho museo también trabaja como guía de safaris de naturaleza en reservas naturales, hace parte del clouster de turismo del departamento como empresario y es la imagen del turismo en el municipio de San Luis de Palenque, en donde precisamente hay un mural de él pasando el río Pauto en su caballo, una obra de Carlos Orlando Achagua un artista local.
Acá estoy yo, la Guata del Pauto con el Llanerazo del Pauto.
En las sabanas del fantástico río Pauto y junto a Seudiel y otros llanerazos mas, conocí, experimenté y viví el llano; aprendí a valorar a la cultura llanera, una cultura en la que todo tiene significado, una cultura que basa sus tradiciones en su relación y conexión más íntima con la naturaleza, una cultura que le canta y le baila a la vida, una cultura que me hace escribir y contar todo lo que aprendí desde la mirada de una guata enamorada de la cultura llanera y de las sabanas del Pauto.


martes, 14 de mayo de 2019

BIENVENIDOS



Este es el blog de La Guata del Pauto, un blog que cuenta historias de llano, de la sabana inundable de Casanare, un blog que redignifica la labor de ser llanero, que da a conocer a hombres y mujeres pata al suelo que hacen historia en ese territorio, que conservan las riquezas naturales de la orinoquía y dan valor a su cultura y a sus tradiciones. 


Ubicación de la región de la Orinoquía en Colombia.
Mapa tomado de internet.

Cuando tomé la decisión de salir de Colombia y despedirme del llano, pensé que escribir un blog en el que contara los recuerdos más representativos de mi vida en esa inmensa sabana inundable, me ayudaría a manejar la melancolía de estar lejos de ese mundo tan maravilloso que me enseñó tantas cosas y me dio la oportunidad de contemplar una vida diferente.

Nunca pensé que fuera tan difícil controlar ese sentimiento de nostalgia y después de mucho llorar, de anhelar y recordar, vuelvo a escribir y seguiré haciéndolo para  contarle al mundo esas historias de llano, esas historias de gente criolla, de esas personas que se convirtieron en mi familia y que me enseñaron  a tener una mejor relación con la vida.


Ubicación del departamento de Casanare, en la Orinoquía Colombiana.
Mapa tomado de internet.

Este blog lo escribe una cachaca (Persona nacida en la ciudad de Bogotá) que se enamoró del llano, de la inmensidad y biodiversidad de las sabanas inundables, de esos criollos bien criollos que me enseñaron el valor de las tierras planas y de su cultura, lo escribe una guata que descubrió una nueva realidad.

Guata es una palabra criolla con la que los llaneros se refieren a las personas que no son nacidas en el llano, como yo que soy mera rolita, Bogotana de nacimiento, pero llanera de corazón.

El Pauto es un río mítico que baña las sabanas de Trinidad y San Luis de Palenque en el departamento de Casanare, desemboca en el río Meta y con este al majestuoso Orinoco, uno de los ríos mas importantes y que ha sido el lugar en el que se desarrollan muchos de los mitos y leyendas del llano, el protaginista de la rica tradición oral del llanero, el  primer lugar de la Orinoquía colombiana que me enamoró y me transformó a partir de muchas historias de vida que allí experimenté.


Recorrido del río Pauto (subrayado en azul oscuro) en el departamento del Casanare.
Mapa tomado en internet.
La intención del contenido de este blog es que el mundo conozca este territorio como es, en su esencia, su esplendor, su gente, su historia, su biodiversidad y sus tradiciones; acompáñeme en un viaje virtual, acompañame a soñar entre palabras, acompáñeme en esta aventura del relato, en el reencuentro de los recuerdos y juntos volvamos a darle valor a su cultura, a su gente maravillosa que todos deben conocer.

¡Bienvenidos al llano y espero que disfruten de cada una de las entradas, son escritas con el sentimiento más bonito del ser humano, la gratitud!